AYUNO.

Hola todos y todas.

Aquí me encuentro haciendo un ayuno, espero que de siete días, no lo sé. En el verano español de 2019 hice mi primer ayuno en toda regla sólo porque mi cuerpo me lo pidió. Decidí sólo beber agua durante siete días, en realidad porque había leído sobre eso, también me había contado gente de confianza sobre las bondades de esta práctica, y porque me sentía atiborrada de comida. Ah, y porque deseaba curar mi espalda. Tengo una pequeña lesión y muchas veces siento dolor. Debo decir que esto no lo conseguí, pero el resto de beneficios, sí.

Luego de leer UN DÍA una COMIDA, de Yoshinori Nagumo, un doctor japonés, donde habla de las bondades de pasar un poco de hambre, hice ayuno intermitente varias veces, incluso cambié mis hábitos para no cenar, sino tomar una merienda contundente y tardía, y así poder pasar unas 12 horas, o 14 horas sin ingerir alimentos.

Desde mi punto de vista, y el sentido común, conceptos reforzados por este libro y por otros, los humanos de hoy en día estamos sobrealimentados. Comemos mucho más de lo que necesitamos. A veces por hábitos, por ansiedad, por hacer un acto social. Pero… ¿Realmente necesitas esa comida? ¿Esos snacks? ¿Esos tentempiés a todas horas? ¿Esos dos platos y el postre del menú?… La respuesta es, NO.

Según investigaciones recientes, el gen de la supervivencia se activa cuando pasamos hambre. En cambio, cuando estamos saciados, se pone en marcha el gen del ahorro, en pro del mantenimiento de la especie, de modo que el metabolismo acumula grasa y engordamos.

Cito textualmente, (se refiere a cuando ruge el estómago):  “Hay que disfrutar de ese momento. Cuando empieza a sonarme el estómago, es el momento en el que se activa la enzima sirtuina, el gen de la supervivencia. Al pasar hambre, este gen escanea los 60 billones de células que tiene el cuerpo y repara las que están defectuosas o dañadas. Esto significa que no sólo afecta a la esperanza de vida, sino que también sirve para frenar el envejecimiento“.

Esto quiere decir que pasar un poco de hambre viene bien para rejuvenecer, prevenir el cáncer, tener mucha más energía, dar un respiro a los órganos que, de lo contrario, trabajan sin cesar, tener mayor claridad mental y, por supuesto, bajar de peso.

Yo, cuando hago ayuno, no lo hago para perder peso, y lo hago de manera responsable durante un par de días, o, como en 2019, y quizás ahora, una semana. Es cierto que a veces hago un poco de trampa y bebo infusiones, no sólo agua, y alguna bebida isotónica, si me siento baja de energía. Esta vez incluso hice más trampa y comí unas pocas nueces al segundo y tercer día. En mi experiencia, el segundo y tercer día son lo difíciles. Al cuarto día tenía la energía de SUPERWOMAN, de verdad.

Ahora… Si vas a hacer un poco de trampa… ¿Por qué vas a comer nueces y no un trozo de pan? Lo explico más abajo.

Cierto es que el segundo y tercer día son los más duros. La mente te pide comida más que el estómago, y te sientes rara/o, porque el cuerpo está entrando en citosis.

Cito textualmente de Wikipedia: “La cetosis es una situación metabólica del organismo originada por un déficit en el aporte de carbohidratos, lo que induce el catabolismo de las grasas a fin de obtener energía, generando unos compuestos denominados cuerpos cetónicos, los cuales descomponen las grasas en cadenas más cortas, generando acetoacetato que es usado como energía por el cerebro (en estados de ayuno aporta el 75 % de la energía) y el resto de los órganos del cuerpo humano. De esta manera, el cuerpo deja de utilizar como fuente primaria de energía los glúcidos, sustituyéndolos por las grasas.”

Por eso, si vas a hacer un poco de trampa, debes elegir algún alimento rico en grasas buenas, y no carbohidratos. Por ejemplo, nueces y resto de frutos secos, aguacate, aceite de coco, aceite de oliva, incluso aceitunas. Así tu cuerpo puede permanecer en cetosis, quemando grasa y obteniendo una mejora a nivel de rendimiento cognitivo, reducción de la inflamación, promoción de la autofagia o mejor sensibilidad a la insulina, entre otros. La autofagia es un mecanismo natural de regeneración que ocurre en nuestro cuerpo a nivel celular. Reduce la probabilidad de contraer ciertas enfermedades y prolonga la esperanza de vida.

¡Pruébalo! Con responsabilidad, sin que sea una tortura. Es mejor hacerlo en verano y estar activa/o, no estar tirado en la cama o el sofá porque te dará hambre y será difícil sostenerlo. Quizás puedes probar un día al principio. Aunque para entrar en cetosis debes continuar un poco más.

Nota: Si tienes dudas, o alguna patología, un problema de salud, consulta con un especialista, o con tu medico de cabecera.

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