Postura y CORE: círculo virtuoso.

Hola, qué tal estamos hoy? Hace tiempo que quiero dedicar un post a la postura. Algo que parece tan simple, y es tan sumamente importante. Algo de lo que no todos somos conscientes. Algo que vamos creando con el paso del tiempo y nuestros hábitos. En cualqjuier caso, si tenemos algo de consciencia de cómo ocupamos nuestro espacio y cómo nos movemos en él, notaremos nuestra “postura”, y podremos ser conscientes de algunos desequilibrios o compensaciones.

¿Te has parado a pensar si tienes un hombro más alto que otro? Si cuando llevas el bolso lo subes para sujetrlo, creando tensiones… Si cuando hablas por teléfono tensas más un lado que otro, o si cuando escribes mensajes tienes la cabeza adelantada y vas creando una chepa… O si al sentarte largas horas vas colapsando tus discos vertebrales, comprimiendo las vértebras, acortando tus músculos, haciéndote más pequeño/a en el espacio…

Todo se trata de observar… nos… Vernos desde fuera, y recobrar esa consciencia, esa propiocepción. ¿Cómo ocupo el espacio y cómo me muevo en él?… Muchas veces el cuerpo nos avisa de estos des-balances, con tesiones, dolores, contracturas… Pero tarda en reaccionar, y estaría bien ser conscientes antes de llegar a un punto de dolor, o de no retorno al equilibrio. Aunque la naturaleza siempre tiende al equilibrio, a reestablecer, (es como una esponja, resiliente, siembre vuelve a su ser), si puedo “atajar” el problema ants de que me metan un gol, mejor.

Siempre oímos que debemos fortalecer el core, y la musculatura en general para tener una buena postura. Pero esto es un camino de ida y vuelta. Una buena postura también me ayuda a fortalecer la musculatura y a recobrar el equilibrio. Y viceversa. Más consciencia creará más tono muscular en el espacio y contra la gravedad, y entonces creará una mejor postura, y ésta creará más tono muscular, que hará que la postura sea aún mejor, y cada vez me cueste menos conseguirla, porque estaré más fuerte. ¿Se comprende?…

No se trata de meter la tripa, o echar los hombros hacia atrás; una buena postura es mucho m.as que eso. De lo que se trata es de ser conscientes de la “autoelongación” que tenemos que crear a diario, en lo cotidiano, esto sería “estirarnos todo el tiempo en direcciones opuestas”. Se trata de crecer, expandirnos, abrir y no comprimir. Si nos mantenemos erguidos, autoelongados, tirando coronilla al cielo y pies al suelo, hombros y brazos a los lados, abriendo el pecho y decoaptando las escápulas, iremos creando esta postura corporal correcta y activaremos de forma involuntaria la faja abdominal y los músculos del core -palabra inglesa que significa “núcleo” o “centro” y define los músculos que conforman la parte media del cuerpo: el recto abdominal, oblicuos (internos y externos), musculatura profunda del abdomen (transverso), diafragma, musculatura profunda de la columna (multífidos, los erectores espinales), cuadrado lumbar, dorsal ancho, músculos del suelo pélvico, flexores y extensores de la cadera y los glúteos. ¡TODO ES EL CORE!, nos permite mantenernos erguidos, nos estabilizan y transfieren la fuerza del tronco a las extremidades-.

Entonces, al mantenernos erguidos, con una adecuada postura, activamos estos músculos involuntariamente creando más tono muscular, pero sin forzar. Iremos creando un círculo virtuoso donde, una buena postura nos hará más fuertes, y esa fuerza, nos mantendrá en una buena postura, evitando desequilibrios y lesiones. Conseguiremos alargar el cuerpo evitando la pérdida de estatura por el paso de los años, y la consciencia corporal que vayamos ganando, nos harña darnos cuenta si estamos torcidos o si estamos creando chepa, para corregirlo inmediatamente y “recordarle” a ese músculo o esos músculos cómo posicionarse adecuadamente.

Necesitamos fortalecer todo el core. Por eso, los abdominales tradicionales no funcionan, porque trabajan la musculatura de manera superficial, y crean una tensión constante y aislada de un grupo muscular (además de lo perjudicial para el suelo pélvico). Lo que necesitamos es trabajar la musculatura profunda del abdomen, y, además, el resto de músculos que conforman el core: espalda, muslos, glúteos. Todo se fortalecerá como un todo, valga la redundancia, para poder trabajar en equipo, creando las sinergias necesarias para un buen funcionamiento de todo el cuerpo.

Te invito a crear este círculo virtuoso de buena postura-tono-buena postura. Es una inversión en ti mismo/a, pudiendo prevenir lesiones, acortamiento, pérdida de estatura, etc. Un abrazo, y ¡hasta pronto!

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